21 Dic 2018
Máxima Distinción Honorífica del CONICET para el Dr. Armando Parodi
En el marco de sus 60 años el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) otorgó su máxima Distinción Honorífica a 40 investigadores, entre ellos el doctor Armando Parodi quien lideró el Laboratorio de Glicobiología de la Fundación Instituto Leloir (FIL).
A través de una comisión designada, el CONICET resolvió distinguir como investigadores Eméritos a un grupo de científicos ubicados en la clase Superior o Principal que se acogieron al régimen jubilatorio. Dicha distinción se ha otorgado como reconocimiento a sus destacados antecedentes académicos y su contribución al desarrollo de la ciencia en la Argentina a través de la formación de nuevas generaciones de científicos, la conducción de grupos o Centros de Investigación, la calidad, amplitud y regularidad de su producción científica o tecnológica.
Parodi realizó su Tesis Doctoral bajo la dirección del Premio Nobel de Química, el doctor Luis Federico Leloir, y desde muy joven abrió nuevos campos de investigación relevantes para la ciencia tras publicar sus primeros hallazgos sobre el control de calidad de plegamiento de glicoproteínas (unión de proteínas con azúcares) en tres trabajos pioneros publicados en 1983 y 1984 en la prestigiosa revista “The Journal of Biological Chemistry”, publicación de la Asociación Americana de Bioquímica y Biología Molecular.
Las glicoproteínas constituyen aproximadamente un 35% de las proteínas totales de una célula de mamífero y su papel es fundamental para el ciclo de vida celular. Su mal plegamiento ocasiona patologías de origen genético como la fibrosis quística.
Este proceso de plegamiento es muy azaroso y en muchas ocasiones la estructura tridimensional que adopta una determinada proteína es incorrecta. Al no tener las propiedades biológicas necesarias, dicha proteína es inservible y debe ser destruida. ¿Cómo hace la célula para ayudar a las proteínas a lograr las estructuras tridimensionales correctas? ¿Cómo hace la célula para saber si una proteína está correctamente plegada y debe continuar su vida útil, pero si no lo está, destruirla? Las respuestas a estas preguntas es lo que se denomina “control de calidad del plegamiento de proteínas”. Por hacer aportes fundamentales en el estudio de este control en el caso de las glicoproteínas, el doctor Parodi fue incorporado en el año 2000 a la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
“En mi caso personal, el estudio de cómo se forman las glicoproteínas en un microrganismo (Trypanosoma cruzi, el parásito que causa la enfermedad de Chagas) llevó a explicar un sinnúmero de patologías humanas”, indica Parodi quien también ha sido asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La American Society for Glycobiology describió a Parodi como uno de los científicos más destacados de su campo de los últimos 50 años cuando en 2011 lo distinguió con el premio “Karl Meyer”.
Por su trayectoria y trabajos, Parodi también es Miembro Titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la American Academy of Microbiology y de otras sociedades científicas. Recibió becas de la American Cancer Society y de la John S. Guggenheim Memorial Foundation, y fue investigador internacional del prestigioso Instituto Médico Howard Hughes (HHMI, por sus siglas en inglés).
A través de una comisión designada, el CONICET resolvió distinguir como investigadores Eméritos a un grupo de científicos ubicados en la clase Superior o Principal que se acogieron al régimen jubilatorio. Dicha distinción se ha otorgado como reconocimiento a sus destacados antecedentes académicos y su contribución al desarrollo de la ciencia en la Argentina a través de la formación de nuevas generaciones de científicos, la conducción de grupos o Centros de Investigación, la calidad, amplitud y regularidad de su producción científica o tecnológica.
Parodi realizó su Tesis Doctoral bajo la dirección del Premio Nobel de Química, el doctor Luis Federico Leloir, y desde muy joven abrió nuevos campos de investigación relevantes para la ciencia tras publicar sus primeros hallazgos sobre el control de calidad de plegamiento de glicoproteínas (unión de proteínas con azúcares) en tres trabajos pioneros publicados en 1983 y 1984 en la prestigiosa revista “The Journal of Biological Chemistry”, publicación de la Asociación Americana de Bioquímica y Biología Molecular.
Las glicoproteínas constituyen aproximadamente un 35% de las proteínas totales de una célula de mamífero y su papel es fundamental para el ciclo de vida celular. Su mal plegamiento ocasiona patologías de origen genético como la fibrosis quística.
Este proceso de plegamiento es muy azaroso y en muchas ocasiones la estructura tridimensional que adopta una determinada proteína es incorrecta. Al no tener las propiedades biológicas necesarias, dicha proteína es inservible y debe ser destruida. ¿Cómo hace la célula para ayudar a las proteínas a lograr las estructuras tridimensionales correctas? ¿Cómo hace la célula para saber si una proteína está correctamente plegada y debe continuar su vida útil, pero si no lo está, destruirla? Las respuestas a estas preguntas es lo que se denomina “control de calidad del plegamiento de proteínas”. Por hacer aportes fundamentales en el estudio de este control en el caso de las glicoproteínas, el doctor Parodi fue incorporado en el año 2000 a la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
“En mi caso personal, el estudio de cómo se forman las glicoproteínas en un microrganismo (Trypanosoma cruzi, el parásito que causa la enfermedad de Chagas) llevó a explicar un sinnúmero de patologías humanas”, indica Parodi quien también ha sido asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La American Society for Glycobiology describió a Parodi como uno de los científicos más destacados de su campo de los últimos 50 años cuando en 2011 lo distinguió con el premio “Karl Meyer”.
Por su trayectoria y trabajos, Parodi también es Miembro Titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la American Academy of Microbiology y de otras sociedades científicas. Recibió becas de la American Cancer Society y de la John S. Guggenheim Memorial Foundation, y fue investigador internacional del prestigioso Instituto Médico Howard Hughes (HHMI, por sus siglas en inglés).