08 Ago 2024
Andrea Gamarnik fue incorporada a la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica
En un acto realizado en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la jefa de nuestro Laboratorio de Virología Molecular se sumó a esa institución como Académica Titular.
En una sesión pública que se realizó el 1º de agosto en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Andrea Gamarnik, jefa de nuestro Laboratorio de Virología Molecular, fue incorporada a la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica como “Académica Titular”.
Tras ser presentada por el doctor en Bioquímica y también Académico Víctor Romanoswki, quien describió los motivos por los que Gamarnik es merecedora de la distinción, la científica brindó su conferencia de incorporación, a la que tituló: “Desarmando los mecanismos moleculares del virus del dengue”.
Al comenzar la disertación, y antes de poner el foco sobre el tema por el que es reconocida internacionalmente, la viróloga hizo una pregunta en voz alta: “¿Por qué países como Argentina deben tener un sistema científico-tecnológico robusto?” Para ayudar a responderla, Gamarnik planteó el problema de las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, “que ponen en jaque a los sistemas de salud de los países de la región, y dejan en evidencia la importancia de desarrollos locales para cubrir las necesidades”. Transmitido por mosquitos, el dengue es un claro ejemplo de eso, mencionó. Basta recordar la falta de insumos para realizar el diagnóstico de la enfermedad que vivió el país a comienzos de este año, cuando enfrentó el peor brote de dengue de su historia.
Luego, la científica explicó el alcance de las vacunas actuales y las dificultades para obtenerlas. “Uno de los grandes desafíos en el desarrollo de vacunas es la existencia de cuatro serotipos de virus del dengue y la necesidad de crear vacunas que sean efectivas para los cuatro virus al mismo tiempo”, señaló Gamarnik, quien resaltó que las formulaciones deben ser tetravalentes y equilibradas para los cuatro virus. Sin embargo, aclaró que como cada uno tiene una capacidad distinta de infectar y replicarse en las células humanas y las de mosquito, es algo muy complejo. “Debido a esto, es relevante entender la biología molecular de cada serotipo de dengue y sus diferencias”, añadió.
En esa búsqueda, contó que junto a su grupo de la FIL logró descubrir recientemente un mecanismo viral de evasión de la respuesta inmune que es diferente entre los serotipos de dengue, información fundamental para poder mejorar, por ejemplo, las vacunas existentes.
Tras ser presentada por el doctor en Bioquímica y también Académico Víctor Romanoswki, quien describió los motivos por los que Gamarnik es merecedora de la distinción, la científica brindó su conferencia de incorporación, a la que tituló: “Desarmando los mecanismos moleculares del virus del dengue”.
Al comenzar la disertación, y antes de poner el foco sobre el tema por el que es reconocida internacionalmente, la viróloga hizo una pregunta en voz alta: “¿Por qué países como Argentina deben tener un sistema científico-tecnológico robusto?” Para ayudar a responderla, Gamarnik planteó el problema de las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, “que ponen en jaque a los sistemas de salud de los países de la región, y dejan en evidencia la importancia de desarrollos locales para cubrir las necesidades”. Transmitido por mosquitos, el dengue es un claro ejemplo de eso, mencionó. Basta recordar la falta de insumos para realizar el diagnóstico de la enfermedad que vivió el país a comienzos de este año, cuando enfrentó el peor brote de dengue de su historia.
Luego, la científica explicó el alcance de las vacunas actuales y las dificultades para obtenerlas. “Uno de los grandes desafíos en el desarrollo de vacunas es la existencia de cuatro serotipos de virus del dengue y la necesidad de crear vacunas que sean efectivas para los cuatro virus al mismo tiempo”, señaló Gamarnik, quien resaltó que las formulaciones deben ser tetravalentes y equilibradas para los cuatro virus. Sin embargo, aclaró que como cada uno tiene una capacidad distinta de infectar y replicarse en las células humanas y las de mosquito, es algo muy complejo. “Debido a esto, es relevante entender la biología molecular de cada serotipo de dengue y sus diferencias”, añadió.
En esa búsqueda, contó que junto a su grupo de la FIL logró descubrir recientemente un mecanismo viral de evasión de la respuesta inmune que es diferente entre los serotipos de dengue, información fundamental para poder mejorar, por ejemplo, las vacunas existentes.
Graduada de Bioquímica en la UBA, donde también hizo su doctorado, Gamarnik luego realizó un posdoctorado en Virología en la Universidad de California en San Francisco (UCSF), Estados Unidos, país en el que residió nueve años. Gracias a un programa de repatriación de científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL), la ahora Investigadora Superior del CONICET regresó a la Argentina a fines de 2001 para establecer en la FIL su laboratorio, desde donde hizo contribuciones fundamentales para comprender, entre otras cosas, los mecanismos de replicación de los virus del dengue y del Zika, aportes que sientan las bases para futuras vacunas y tratamientos antivirales. Además, durante la pandemia de COVID-19 lideró el equipo que desarrolló en tiempo récord los primeros kits argentinos de análisis de anticuerpos –bautizados COVIDAR– para detectar la presencia del SARS-CoV-2.
Entre muchos otros reconocimientos conseguidos a lo largo de su carrera, en 2014 Gamarnik, fue incorporada a la Academia Estadounidense de Microbiología; en 2016, recibió el Premio L’Oreal UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia; en 2021, la prestigiosa Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias la sumó entre sus miembros; en 2022 fue distinguida como Investigadora de la Nación, el mayor reconocimiento que entrega el sistema científico argentino; y en 2023 recibió el premio Konex de Platino por su labor destacada en el área de “Desarrollo Tecnológico”.
Este año suma a la lista el haber recibido de manos de la Presidenta de la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica, Virginia Martino, las distinciones que la acreditan como Académica Titular de esa institución.
Entre muchos otros reconocimientos conseguidos a lo largo de su carrera, en 2014 Gamarnik, fue incorporada a la Academia Estadounidense de Microbiología; en 2016, recibió el Premio L’Oreal UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia; en 2021, la prestigiosa Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias la sumó entre sus miembros; en 2022 fue distinguida como Investigadora de la Nación, el mayor reconocimiento que entrega el sistema científico argentino; y en 2023 recibió el premio Konex de Platino por su labor destacada en el área de “Desarrollo Tecnológico”.
Este año suma a la lista el haber recibido de manos de la Presidenta de la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica, Virginia Martino, las distinciones que la acreditan como Académica Titular de esa institución.