04 Dic 2020
COVID-19: El Instituto Leloir y el PAMI firman convenio de cooperación y asistencia sanitaria frente a la emergencia
Los test serológicos COVIDAR, desarrollados en el Instituto Leloir y aprobados por ANMAT, se emplearán para garantizar una asistencia médica integral a las personas mayores en el contexto de la pandemia.
La Fundación Instituto Leloir (FIL) y el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP-PAMI) firmaron un convenio de cooperación que tiene como principal objetivo la vigilancia epidemiológica y el cuidado del personal esencial de los establecimientos de alojamiento prolongado, como las residencias para personas mayores, hogares para personas con discapacidad, clínicas de salud mental y centros de rehabilitación.
El cuidado epidemiológico y preventivo en establecimientos propios y con los que PAMI tiene convenio fueron una de las prioridades de abordaje en materia de COVID-19 impulsadas por Luana Volnovich, directora ejecutiva de PAMI, y por la Secretaría General Técnico Médica de esa obra social a cargo de Eduardo Pérez.
“Para llevar adelante esta colaboración, fue necesario montar un nuevo laboratorio y coordinar el trabajo entre profesionales del Instituto Leloir y del PAMI. En poco tiempo logramos consolidar un excepcional equipo de trabajo”, destaca Andrea Gamarnik, directora del proyecto COVIDAR e Investigadora Superior del CONICET en la FIL.
El proyecto comenzó por una propuesta de Yanina Miragaya, coordinadora de Epidemiología y Riesgo Sociosanitario del PAMI, quien al enterarse del desarrollo del kit nacional COVIDAR para la determinación de anticuerpos propuso realizar un trabajo colaborativo de serología con la FIL.
“Desde PAMI consideramos fundamental detectar oportunamente la infección asintomática por coronavirus para poder contener brotes en este tipo de establecimientos. Por lo que encontramos en el kit nacional COVIDAR una herramienta de vigilancia adecuada para alcanzar este objetivo”, remarca Miragaya.
El convenio establecido entre FIL y PAMI apunta a una vigilancia activa mediante la determinación de anticuerpos contra el coronavirus en forma periódica en personal esencial de establecimientos de alojamiento prolongado que tienen convenio con PAMI, en las residencias de adultos mayores propias del INSSJP y en el personal de salud de la Dirección de Atención Directa Programada y No Programada (DAMNPyP), y el servicio de emergencias de PAMI.
El trabajo no solo permite saber cuántas personas se han infectado, sino que también permite identificar posibles focos por detección temprana de anticuerpos en personas asintomáticas que podrían estar cursando la infección.
“Es muy importante detectar personas infectadas asintomáticas que cursan la infección sin saberlo. Identificarlos es crucial para aislarlos de modo tal que no contagien a otras personas en su trabajo, residentes de los establecimientos que son parte de grupos de riesgo, a sus familiares, en el transporte y en otros ámbitos”, subraya Andrés Rossi, responsable del nuevo laboratorio de serología asistencial de la FIL que se montó íntegramente y se puso en marcha en septiembre y que desde entonces ha realizado cerca de 10.000 determinaciones para contribuir con el control de la transmisión del coronavirus en el personal de salud.
Las muestras (gota de sangre obtenida por punción digital con el Serokit) se recogen en los establecimientos y se analizan con COVIDAR IgG e IgM en el nuevo laboratorio. “Fue una experiencia inédita. En pocas semanas sumamos a personal profesional de apoyo e investigadores del CONICET que quisieron participar voluntariamente del procesamiento de los ensayos. Quiero destacar el trabajo de Natalí Rasetto, Corina García, Shirley Wenker, Lila Ramis y Magalí Bialer", dice Anabel Álvarez Juliá, coordinadora del laboratorio de serología la FIL. Y agrega: "Con este equipo de trabajo ya colaboramos con más de 90 establecimientos de alojamiento prolongado”.
Rossi resalta que “los primeros testeos nos permitieron identificar a todas las personas que estuvieron infectadas con o sin síntomas en el pasado. Pero al repetir el estudio ya permite detectar a las personas que se infectaron en un lapso acotado de tiempo y esto da la ventaja adicional de identificar focos de asintomáticos y evitar contagios. Por este motivo es importante sostener este trabajo en forma periódica y en el tiempo para el cuidado de la población en riesgo”.
“Para llevar adelante esta acción se requirió un trabajo y esfuerzo conjunto por parte de todas las Unidades de Gestión Local de PAMI del Área Metropolitana de Buenos Aires lo que permitió alcanzar la Vigilancia Activa a un tercio de las residencias de larga estadía en tan sólo dos meses” agrega Rocío Quiroga, quien integra el equipo de Epidemiología y coordina el Programa de Vigilancia Epidemiológica en PAMI.
“El deseo de todo investigador es que los desarrollos que se realizan en el laboratorio lleguen a la gente. Este proyecto nos dio la oportunidad de poder trabajar en forma solidaria y colaborativa para los más vulnerables. Para proteger y cuidar a los adultos mayores”, concluye Gamarnik.
El laboratorio asistencial de FIL funciona por donaciones recibidas al grupo COVIDAR y contó con el apoyo de la Fundación Williams, la Asociación Civil SAND y la colaboración del proyecto Música por la Ciencia. Asimismo contó con el aporte de equipamiento de la empresa Biodiagnóstico.
La Fundación Instituto Leloir (FIL) y el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP-PAMI) firmaron un convenio de cooperación que tiene como principal objetivo la vigilancia epidemiológica y el cuidado del personal esencial de los establecimientos de alojamiento prolongado, como las residencias para personas mayores, hogares para personas con discapacidad, clínicas de salud mental y centros de rehabilitación.
El cuidado epidemiológico y preventivo en establecimientos propios y con los que PAMI tiene convenio fueron una de las prioridades de abordaje en materia de COVID-19 impulsadas por Luana Volnovich, directora ejecutiva de PAMI, y por la Secretaría General Técnico Médica de esa obra social a cargo de Eduardo Pérez.
“Para llevar adelante esta colaboración, fue necesario montar un nuevo laboratorio y coordinar el trabajo entre profesionales del Instituto Leloir y del PAMI. En poco tiempo logramos consolidar un excepcional equipo de trabajo”, destaca Andrea Gamarnik, directora del proyecto COVIDAR e Investigadora Superior del CONICET en la FIL.
El proyecto comenzó por una propuesta de Yanina Miragaya, coordinadora de Epidemiología y Riesgo Sociosanitario del PAMI, quien al enterarse del desarrollo del kit nacional COVIDAR para la determinación de anticuerpos propuso realizar un trabajo colaborativo de serología con la FIL.
“Desde PAMI consideramos fundamental detectar oportunamente la infección asintomática por coronavirus para poder contener brotes en este tipo de establecimientos. Por lo que encontramos en el kit nacional COVIDAR una herramienta de vigilancia adecuada para alcanzar este objetivo”, remarca Miragaya.
El convenio establecido entre FIL y PAMI apunta a una vigilancia activa mediante la determinación de anticuerpos contra el coronavirus en forma periódica en personal esencial de establecimientos de alojamiento prolongado que tienen convenio con PAMI, en las residencias de adultos mayores propias del INSSJP y en el personal de salud de la Dirección de Atención Directa Programada y No Programada (DAMNPyP), y el servicio de emergencias de PAMI.
El trabajo no solo permite saber cuántas personas se han infectado, sino que también permite identificar posibles focos por detección temprana de anticuerpos en personas asintomáticas que podrían estar cursando la infección.
“Es muy importante detectar personas infectadas asintomáticas que cursan la infección sin saberlo. Identificarlos es crucial para aislarlos de modo tal que no contagien a otras personas en su trabajo, residentes de los establecimientos que son parte de grupos de riesgo, a sus familiares, en el transporte y en otros ámbitos”, subraya Andrés Rossi, responsable del nuevo laboratorio de serología asistencial de la FIL que se montó íntegramente y se puso en marcha en septiembre y que desde entonces ha realizado cerca de 10.000 determinaciones para contribuir con el control de la transmisión del coronavirus en el personal de salud.
Las muestras (gota de sangre obtenida por punción digital con el Serokit) se recogen en los establecimientos y se analizan con COVIDAR IgG e IgM en el nuevo laboratorio. “Fue una experiencia inédita. En pocas semanas sumamos a personal profesional de apoyo e investigadores del CONICET que quisieron participar voluntariamente del procesamiento de los ensayos. Quiero destacar el trabajo de Natalí Rasetto, Corina García, Shirley Wenker, Lila Ramis y Magalí Bialer", dice Anabel Álvarez Juliá, coordinadora del laboratorio de serología la FIL. Y agrega: "Con este equipo de trabajo ya colaboramos con más de 90 establecimientos de alojamiento prolongado”.
Rossi resalta que “los primeros testeos nos permitieron identificar a todas las personas que estuvieron infectadas con o sin síntomas en el pasado. Pero al repetir el estudio ya permite detectar a las personas que se infectaron en un lapso acotado de tiempo y esto da la ventaja adicional de identificar focos de asintomáticos y evitar contagios. Por este motivo es importante sostener este trabajo en forma periódica y en el tiempo para el cuidado de la población en riesgo”.
“Para llevar adelante esta acción se requirió un trabajo y esfuerzo conjunto por parte de todas las Unidades de Gestión Local de PAMI del Área Metropolitana de Buenos Aires lo que permitió alcanzar la Vigilancia Activa a un tercio de las residencias de larga estadía en tan sólo dos meses” agrega Rocío Quiroga, quien integra el equipo de Epidemiología y coordina el Programa de Vigilancia Epidemiológica en PAMI.
“El deseo de todo investigador es que los desarrollos que se realizan en el laboratorio lleguen a la gente. Este proyecto nos dio la oportunidad de poder trabajar en forma solidaria y colaborativa para los más vulnerables. Para proteger y cuidar a los adultos mayores”, concluye Gamarnik.
El laboratorio asistencial de FIL funciona por donaciones recibidas al grupo COVIDAR y contó con el apoyo de la Fundación Williams, la Asociación Civil SAND y la colaboración del proyecto Música por la Ciencia. Asimismo contó con el aporte de equipamiento de la empresa Biodiagnóstico.