10 Abr 2020
Dengue: otra problemática de salud que no hay que descuidar
Además de la pandemia de COVID-19, el dengue es otro de los mayores retos de la salud pública en Argentina. Luana de Borba, viróloga de la Fundación Instituto Leloir (FIL), aborda las líneas de investigación que desarrolla para contribuir con el desarrollo futuro de vacunas y antivirales efectivos y se refiere a una nueva cepa de dengue que entró al país desde Paraguay.
El año pasado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó más de 3 millones de casos de dengue en América Latina, el mayor número registrado en la historia para la región. Los síntomas del dengue incluyen fiebre elevada, dolores de cabeza (principalmente detrás de los ojos), musculares y articulares, náuseas, vómitos, cansancio intenso y manchas en la piel.
Se estima que por cada persona con síntomas clínicos se infectan entre 8 y 15 más que continúan el ciclo de transmisión a través del mosquito Aedes aegypti.
Hasta la fecha no existen vacunas efectivas contra el dengue. La que se aprobó en varios países no es del todo eficaz. Tampoco se han desarrollado antivirales que tengan buenos resultados. “La investigación de la biología molecular de este virus es fundamental para lograr desarrollar tanto vacunas como antivirales eficaces que resuelvan esta problemática de salud regional y mundial”, indica Luana de Borba, investigadora del grupo de Virología Molecular que lidera Andrea Gamarnik en la FIL.
De Borba fue primera autora de un trabajo publicado el año pasado en la revista “mBio” que logró describir un mecanismo que actúa como un freno interno del virus del dengue en mosquitos. “Se trata de una región del genoma de ese virus que si uno ‘rompe’ o anula, la multiplicación del virus aumenta diez veces. Ahora estamos estudiando en profundidad este proceso biológico así como las estrategias que utiliza el patógeno para adaptarse para infectar mejor cuando salta del mosquito al humano y viceversa”, explica De Borba, también investigadora del CONICET. Y agrega: “Descifrar estos mecanismos permitirá identificar blancos terapéuticos para el desarrollo de antivirales y vacunas efectivas”.
Dengue en aumento y nueva cepa en el país
Los casos de dengue en Argentina aumentan cada año y se extienden a otras regiones. Sin ir más lejos, el Boletín Epidemiológico Semanal del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires del 3 de abril informa que desde el 1° de enero hasta el 28 de marzo se notificaron 4302casos de dengue, confirmándose 2134: de éstos, 208 corresponden a la semana del 22 al 28 de marzo. 1868 (88%) no viajaron a una zona con circulación viral y 266 (12%) sí lo hicieron. La mayoría de los casos corresponde a los serotipos DEN1 y DEN4.
“Este año empezó a circular en Argentina el serotipo DEN-4, que ya estaba establecido en Paraguay, además de las variantes DEN-1 y DEN-2 que ya estaban circulando en el país. Cuando cambia el serotipo, hay mayor probabilidad de desarrollo de cuadros de más agudos de enfermedad, con posibilidad de muerte”, explicó De Borba.
Para la científica de la FIL es importante que la ciencia avance para poder desarrollar estrategias efectivas de control del dengue así como de otros patógenos de importancia para la salud pública.
Mientras tanto, es crucial tomar medidas para combatir la dispersión del mosquito transmisor del dengue, como los “descacharreos” organizados (eliminación de elementos que retengan agua donde se pueda multiplicar el mosquito vector).
“Dado la cantidad de casos registrados en 2020 hasta ahora, es importante reforzar las medidas para combatir la enfermedad y lograr una mayor concientización de la población”, expresó De Borba.
El año pasado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó más de 3 millones de casos de dengue en América Latina, el mayor número registrado en la historia para la región. Los síntomas del dengue incluyen fiebre elevada, dolores de cabeza (principalmente detrás de los ojos), musculares y articulares, náuseas, vómitos, cansancio intenso y manchas en la piel.
Se estima que por cada persona con síntomas clínicos se infectan entre 8 y 15 más que continúan el ciclo de transmisión a través del mosquito Aedes aegypti.
Hasta la fecha no existen vacunas efectivas contra el dengue. La que se aprobó en varios países no es del todo eficaz. Tampoco se han desarrollado antivirales que tengan buenos resultados. “La investigación de la biología molecular de este virus es fundamental para lograr desarrollar tanto vacunas como antivirales eficaces que resuelvan esta problemática de salud regional y mundial”, indica Luana de Borba, investigadora del grupo de Virología Molecular que lidera Andrea Gamarnik en la FIL.
De Borba fue primera autora de un trabajo publicado el año pasado en la revista “mBio” que logró describir un mecanismo que actúa como un freno interno del virus del dengue en mosquitos. “Se trata de una región del genoma de ese virus que si uno ‘rompe’ o anula, la multiplicación del virus aumenta diez veces. Ahora estamos estudiando en profundidad este proceso biológico así como las estrategias que utiliza el patógeno para adaptarse para infectar mejor cuando salta del mosquito al humano y viceversa”, explica De Borba, también investigadora del CONICET. Y agrega: “Descifrar estos mecanismos permitirá identificar blancos terapéuticos para el desarrollo de antivirales y vacunas efectivas”.
Dengue en aumento y nueva cepa en el país
Los casos de dengue en Argentina aumentan cada año y se extienden a otras regiones. Sin ir más lejos, el Boletín Epidemiológico Semanal del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires del 3 de abril informa que desde el 1° de enero hasta el 28 de marzo se notificaron 4302casos de dengue, confirmándose 2134: de éstos, 208 corresponden a la semana del 22 al 28 de marzo. 1868 (88%) no viajaron a una zona con circulación viral y 266 (12%) sí lo hicieron. La mayoría de los casos corresponde a los serotipos DEN1 y DEN4.
“Este año empezó a circular en Argentina el serotipo DEN-4, que ya estaba establecido en Paraguay, además de las variantes DEN-1 y DEN-2 que ya estaban circulando en el país. Cuando cambia el serotipo, hay mayor probabilidad de desarrollo de cuadros de más agudos de enfermedad, con posibilidad de muerte”, explicó De Borba.
Para la científica de la FIL es importante que la ciencia avance para poder desarrollar estrategias efectivas de control del dengue así como de otros patógenos de importancia para la salud pública.
Mientras tanto, es crucial tomar medidas para combatir la dispersión del mosquito transmisor del dengue, como los “descacharreos” organizados (eliminación de elementos que retengan agua donde se pueda multiplicar el mosquito vector).
“Dado la cantidad de casos registrados en 2020 hasta ahora, es importante reforzar las medidas para combatir la enfermedad y lograr una mayor concientización de la población”, expresó De Borba.