23 Sep 2020
Distinción internacional para científico del Instituto Leloir
El Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología (ICGEB), con sede en Trieste, Italia, distinguió a José Manuel Estévez, investigador del Instituto Leloir, por sus estudios dirigidos a mejorar la producción de semillas y el rendimiento de cultivos en suelos salinos y escasos de agua en el contexto del cambio climático.
El ICGEB eligió dos líneas de investigación científica como los mejores proyectos de investigación para un nuevo premio que lanza por primera vez en 2020. Uno de los ganadores es José Manuel Estévez, científico de la Fundación Instituto Leloir (FIL), quien estudia mecanismos genéticos y moleculares para potenciar la producción de semillas y contribuir al desarrollo de cultivos adaptables al cambio climático.
El Programa de Investigación Colaborativa (CRP, según sus siglas en inglés) del ICGEB recibe propuestas de investigadores de sus estados miembro, 64 países en total, para recibir subsidios y avanzar con sus objetivos.
A partir de este año, el ICGEB lanzó una nueva iniciativa destinada a reconocer la ciencia de alta calidad que se lleva a cabo en sus Estados Miembros y que está financiada por el programa de subsidios a la investigación del CRP del ICGEB. En este marco decidió premiar a Estévez y a Vjekoslav Tomaić, investigador del Laboratorio de Virología y Bacteriología Molecular del Instituto Ruder Bošković, en Zagreb, Croacia.
“Nuestros avances sientan las bases para desarrollar cultivos de rápido crecimiento con mayor capacidad para absorber agua y nutrientes del suelo y adaptables a sequías y otras condiciones ambientales desfavorables asociadas al cambio climático”, afirma Estévez, jefe del Laboratorio Bases Moleculares del Desarrollo Vegetal en la FIL e investigador del CONICET.
Entre 2017 y 2019, el ICGEB financió un proyecto encabezado por Estévez sobre “reguladores maestros moleculares” del crecimiento polarizado en células vegetales y que resultó en 17 publicaciones en prestigiosas revistas internacionales. “Esto fue posible gracias a un excelente equipo de investigación de gente joven muy talentosa que me acompaña todos los días en mi laboratorio junto con los colegas nacionales e internacionales con los que colaboramos. Es un trabajo en equipo” enfatiza Estévez, licenciado en Ciencias Biológicas con orientación en Botánica de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de La Plata y doctorado en 2004 en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en la UBA.
En colaboración con el grupo de Jorge Muschietti, del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI), que depende del CONICET, Estévez y equipo identificaron mecanismos genéticos y moleculares que regulan el crecimiento de tubos polínicos, una estructura clave para la capacidad reproductiva de los cultivos y que desempeñan un papel crucial en la supervivencia de las plantas, tanto en la fertilización como en la formación de semillas.
Otro brazo de su investigación se centra en los factores que regulan el desarrollo y crecimiento de los pelos radiculares que son estructuras de las raíces encargadas de absorber agua y minerales del suelo.
El investigador también destacó que el conocimiento que generan sus estudios seleccionados por el ICGEB abre caminos para mejorar la eficiencia de las plantas para captar fósforo inorgánico (Pi), un mineral que es esencial para el desarrollo y crecimiento de los cultivos.
“Conocer los mecanismos que regulan la absorción de este mineral puede ser útil para desarrollar cultivos en suelos pobres en Pi que están en condiciones de estrés hídrico y salino”, agregó Estévez quien realizó un posdoctorado en las universidades de Stanford y de Berkeley, ambas en Estados Unidos, y volvió a Argentina a fines del 2008.
“Nos interesa aportar al desarrollo de una agricultura más sostenible y productiva y contribuir con la meta de las Naciones Unidas de garantizar la nutrición para más de 9 mil millones de personas para el año 2050, un objetivo amenazado por el cambio climático”, subraya Estévez, quien tiene más de 67 trabajos publicados en revistas científicas internacionales de gran prestigio como “Science”, “PNAS”, “Current Biology”, “Molecular Plant” y “Plant Physiology”.
En su página web, el ICGEB se refirió las dos líneas premiadas en 2020, las de Estévez y Tomaić, como “dos propuestas destacadas particularmente dignas de reconocimiento”.
La organización internacional e intergubernamental también afirma que seleccionan proyectos que aborden problemas científicos originales de especial relevancia para el país anfitrión y de interés regional. Y agregan que Estévez y Tomaić “lograron un progreso sobresaliente durante el curso de sus proyectos financiados por el ICGEB”.
Silvia Moreno, gobernadora por la Argentina ante el ICGEB, investigadora principal contratada del CONICET y profesora titular consulta de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, explica que cada estado miembro del ICGEB contribuye anualmente con una membresía que se calcula de acuerdo con las escalas de las Naciones Unidas.
“Con ese fondo de los países miembros se organizan las ayudas que ofrece el ICGEB a todos sus miembros tales como los subsidios a la investigación, becas de formación doctoral, becas posdoctorales, y becas cortas de intercambio entre países miembros, y ayuda para la realización de cursos o eventos científicos”, indica.
“Las presentaciones que recibimos son excelentes y la selección se hace con la ayuda de una comisión ad hoc que elige el mejor. De modo que este premio a Estévez es, por extensión, un premio al país, que produce excelentes científicos”, destaca Moreno.
Desde su regreso a la Argentina, Estévez ha recibido otras importantes distinciones como los premios de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) "Carlos Berg 2012", de la Academia Nacional de Ciencias "Germán Burmeister 2013" y el “Premio Houssay MINCyT 2016” en el área Ciencias Biológicas, Biología Molecular y Bioquímica, otorgado a investigadores menores de 45 años.
El ICGEB eligió dos líneas de investigación científica como los mejores proyectos de investigación para un nuevo premio que lanza por primera vez en 2020. Uno de los ganadores es José Manuel Estévez, científico de la Fundación Instituto Leloir (FIL), quien estudia mecanismos genéticos y moleculares para potenciar la producción de semillas y contribuir al desarrollo de cultivos adaptables al cambio climático.
El Programa de Investigación Colaborativa (CRP, según sus siglas en inglés) del ICGEB recibe propuestas de investigadores de sus estados miembro, 64 países en total, para recibir subsidios y avanzar con sus objetivos.
A partir de este año, el ICGEB lanzó una nueva iniciativa destinada a reconocer la ciencia de alta calidad que se lleva a cabo en sus Estados Miembros y que está financiada por el programa de subsidios a la investigación del CRP del ICGEB. En este marco decidió premiar a Estévez y a Vjekoslav Tomaić, investigador del Laboratorio de Virología y Bacteriología Molecular del Instituto Ruder Bošković, en Zagreb, Croacia.
“Nuestros avances sientan las bases para desarrollar cultivos de rápido crecimiento con mayor capacidad para absorber agua y nutrientes del suelo y adaptables a sequías y otras condiciones ambientales desfavorables asociadas al cambio climático”, afirma Estévez, jefe del Laboratorio Bases Moleculares del Desarrollo Vegetal en la FIL e investigador del CONICET.
Entre 2017 y 2019, el ICGEB financió un proyecto encabezado por Estévez sobre “reguladores maestros moleculares” del crecimiento polarizado en células vegetales y que resultó en 17 publicaciones en prestigiosas revistas internacionales. “Esto fue posible gracias a un excelente equipo de investigación de gente joven muy talentosa que me acompaña todos los días en mi laboratorio junto con los colegas nacionales e internacionales con los que colaboramos. Es un trabajo en equipo” enfatiza Estévez, licenciado en Ciencias Biológicas con orientación en Botánica de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de La Plata y doctorado en 2004 en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en la UBA.
En colaboración con el grupo de Jorge Muschietti, del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI), que depende del CONICET, Estévez y equipo identificaron mecanismos genéticos y moleculares que regulan el crecimiento de tubos polínicos, una estructura clave para la capacidad reproductiva de los cultivos y que desempeñan un papel crucial en la supervivencia de las plantas, tanto en la fertilización como en la formación de semillas.
Otro brazo de su investigación se centra en los factores que regulan el desarrollo y crecimiento de los pelos radiculares que son estructuras de las raíces encargadas de absorber agua y minerales del suelo.
El investigador también destacó que el conocimiento que generan sus estudios seleccionados por el ICGEB abre caminos para mejorar la eficiencia de las plantas para captar fósforo inorgánico (Pi), un mineral que es esencial para el desarrollo y crecimiento de los cultivos.
“Conocer los mecanismos que regulan la absorción de este mineral puede ser útil para desarrollar cultivos en suelos pobres en Pi que están en condiciones de estrés hídrico y salino”, agregó Estévez quien realizó un posdoctorado en las universidades de Stanford y de Berkeley, ambas en Estados Unidos, y volvió a Argentina a fines del 2008.
“Nos interesa aportar al desarrollo de una agricultura más sostenible y productiva y contribuir con la meta de las Naciones Unidas de garantizar la nutrición para más de 9 mil millones de personas para el año 2050, un objetivo amenazado por el cambio climático”, subraya Estévez, quien tiene más de 67 trabajos publicados en revistas científicas internacionales de gran prestigio como “Science”, “PNAS”, “Current Biology”, “Molecular Plant” y “Plant Physiology”.
En su página web, el ICGEB se refirió las dos líneas premiadas en 2020, las de Estévez y Tomaić, como “dos propuestas destacadas particularmente dignas de reconocimiento”.
La organización internacional e intergubernamental también afirma que seleccionan proyectos que aborden problemas científicos originales de especial relevancia para el país anfitrión y de interés regional. Y agregan que Estévez y Tomaić “lograron un progreso sobresaliente durante el curso de sus proyectos financiados por el ICGEB”.
Silvia Moreno, gobernadora por la Argentina ante el ICGEB, investigadora principal contratada del CONICET y profesora titular consulta de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, explica que cada estado miembro del ICGEB contribuye anualmente con una membresía que se calcula de acuerdo con las escalas de las Naciones Unidas.
“Con ese fondo de los países miembros se organizan las ayudas que ofrece el ICGEB a todos sus miembros tales como los subsidios a la investigación, becas de formación doctoral, becas posdoctorales, y becas cortas de intercambio entre países miembros, y ayuda para la realización de cursos o eventos científicos”, indica.
“Las presentaciones que recibimos son excelentes y la selección se hace con la ayuda de una comisión ad hoc que elige el mejor. De modo que este premio a Estévez es, por extensión, un premio al país, que produce excelentes científicos”, destaca Moreno.
Desde su regreso a la Argentina, Estévez ha recibido otras importantes distinciones como los premios de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) "Carlos Berg 2012", de la Academia Nacional de Ciencias "Germán Burmeister 2013" y el “Premio Houssay MINCyT 2016” en el área Ciencias Biológicas, Biología Molecular y Bioquímica, otorgado a investigadores menores de 45 años.