24 Sep 2021
El Instituto Leloir en el Día mundial de la Investigación en Cáncer
Cada 24 de septiembre se promueven acciones a nivel nacional e internacional para destacar la importancia de producir conocimientos básicos para mejorar el diagnóstico y el tratamiento del cáncer que se estima que, en 2030, será la principal causa de muerte a nivel mundial. Decenas de científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) trabajan para aportar al desarrollo herramientas que puedan ser útiles para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta enfermedad.
“El objetivo de las investigaciones que realizo con mi equipo están enmarcadas para producir conocimiento, útil para la sociedad, y sugerir potenciales herramientas con capacidad de mejorar las actuales terapias contra el cáncer”, afirma Vanesa Gottifredi, jefa del Laboratorio de Ciclo Celular y Estabilidad Genómica en la FIL que apunta a identificar estrategias utilizadas por las células malignas para adaptarse y evadir la quimioterapia.
El grupo de Gottifredi también lidera proyectos que orientan el desarrollo de novedosos fármacos que afecten selectivamente a células malignas sin afectar a las células sanas del paciente ya sea por acción directa o por su efecto sobre la interacción entre el tumor y el sistema inmune. En esa línea, la investigadora y su equipo participa de un consorcio de varios laboratorios, que cuenta con financiación público-privada de la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que logró identificar fármacos con buen potencial para eliminar selectivamente células de mama y ovario asociados con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.
“Impulsamos diferentes proyectos de investigación básica que sirvan para mejorar el tratamiento de múltiples tumores que afectan a nuestra población”, afirma Osvaldo Podhajcer, jefe del grupo de Terapia Molecular y Celular de la FIL.
Podhajcer y su equipo desarrollan vacunas terapéuticas, basadas en adenovirus, que en estudios preclínicos han logrado inhibir el crecimiento de diferentes tipos de cáncer gastrointestinal, tumores ginecológicos y melanoma.
Asimismo Podhajcer y Andrea Llera, directora de la Unidad asociada de Genómica en Cáncer “Genocan” e investigadora de la FIL, forman parte de la Red Latinoamericana de Investigación en Cáncer (LACRN) que estudia las características del cáncer de mama en Latinoamérica. Además, colaboran en un proyecto con el Hospital Garrahan que apunta a identificar modificaciones en el genoma que favorecen la diseminación de un tumor ocular de la niñez (retinoblastoma) y desarrollar terapias innovadoras.
“Correlacionamos la información genética con los datos clínicos de las pacientes con cáncer de mama y con retinoblastoma para generar nuevos conocimientos que sean útiles al desarrollo futuro de mejores tratamientos”, destaca Llera.
Otro proyecto a destacar es el desarrollo de la vacuna terapéutica CSF-470 contra el melanoma avanzado (el cáncer de piel más agresivo) liderado por José Mordoh, jefe del Laboratorio de Cancerología en la FIL.
“La vacuna fue diseñada para activar el sistema inmune contra el melanoma con el fin de prolongar la sobrevida de los pacientes. Los resultados obtenidos son muy alentadores”, explica Mordoh, un médico graduado con honores y doctorado en la UBA que fue discípulo del Nobel de Medicina de 1965, el médico francés François Jacob, y del Nobel de Química de 1970, doctor Luis Federico Leloir.
Decenas de científicos de la FIL buscan conocer más al cáncer. La investigación básica nos ha llevado y nos seguirá llevando a identificar caminos para el desarrollo de mejores estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento. Trabajando con la infraestructura y recursos adecuados, ese objetivo es posible. Sigamos apoyando la investigación.
“El objetivo de las investigaciones que realizo con mi equipo están enmarcadas para producir conocimiento, útil para la sociedad, y sugerir potenciales herramientas con capacidad de mejorar las actuales terapias contra el cáncer”, afirma Vanesa Gottifredi, jefa del Laboratorio de Ciclo Celular y Estabilidad Genómica en la FIL que apunta a identificar estrategias utilizadas por las células malignas para adaptarse y evadir la quimioterapia.
El grupo de Gottifredi también lidera proyectos que orientan el desarrollo de novedosos fármacos que afecten selectivamente a células malignas sin afectar a las células sanas del paciente ya sea por acción directa o por su efecto sobre la interacción entre el tumor y el sistema inmune. En esa línea, la investigadora y su equipo participa de un consorcio de varios laboratorios, que cuenta con financiación público-privada de la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que logró identificar fármacos con buen potencial para eliminar selectivamente células de mama y ovario asociados con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.
“Impulsamos diferentes proyectos de investigación básica que sirvan para mejorar el tratamiento de múltiples tumores que afectan a nuestra población”, afirma Osvaldo Podhajcer, jefe del grupo de Terapia Molecular y Celular de la FIL.
Podhajcer y su equipo desarrollan vacunas terapéuticas, basadas en adenovirus, que en estudios preclínicos han logrado inhibir el crecimiento de diferentes tipos de cáncer gastrointestinal, tumores ginecológicos y melanoma.
Asimismo Podhajcer y Andrea Llera, directora de la Unidad asociada de Genómica en Cáncer “Genocan” e investigadora de la FIL, forman parte de la Red Latinoamericana de Investigación en Cáncer (LACRN) que estudia las características del cáncer de mama en Latinoamérica. Además, colaboran en un proyecto con el Hospital Garrahan que apunta a identificar modificaciones en el genoma que favorecen la diseminación de un tumor ocular de la niñez (retinoblastoma) y desarrollar terapias innovadoras.
“Correlacionamos la información genética con los datos clínicos de las pacientes con cáncer de mama y con retinoblastoma para generar nuevos conocimientos que sean útiles al desarrollo futuro de mejores tratamientos”, destaca Llera.
Otro proyecto a destacar es el desarrollo de la vacuna terapéutica CSF-470 contra el melanoma avanzado (el cáncer de piel más agresivo) liderado por José Mordoh, jefe del Laboratorio de Cancerología en la FIL.
“La vacuna fue diseñada para activar el sistema inmune contra el melanoma con el fin de prolongar la sobrevida de los pacientes. Los resultados obtenidos son muy alentadores”, explica Mordoh, un médico graduado con honores y doctorado en la UBA que fue discípulo del Nobel de Medicina de 1965, el médico francés François Jacob, y del Nobel de Química de 1970, doctor Luis Federico Leloir.
Decenas de científicos de la FIL buscan conocer más al cáncer. La investigación básica nos ha llevado y nos seguirá llevando a identificar caminos para el desarrollo de mejores estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento. Trabajando con la infraestructura y recursos adecuados, ese objetivo es posible. Sigamos apoyando la investigación.