04 Sep 2020
El papel de Paula Berguer en el desarrollo del suero equino hiperinmune contra COVID-19
La científica de la Fundación Instituto Leloir (FIL) integró el equipo a cargo de la producción de una proteína clave del coronavirus llamada RBD. Con esa molécula se inmunizaron caballos para producir las muestras iniciales del primer potencial medicamento del país para el tratamiento de COVID-19.
Antes de la pandemia Paula Berguer dedicaba todo su tiempo de investigación al desarrollo de vacunas terapéuticas contra el melanoma y otras enfermedades. Sin embargo, después reprogramó su labor para participar de la etapa inicial del desarrollo del suero equino hiperinmune contra COVID-19 que en pruebas in vitro demostró ser 50 veces más potente que el plasma convaleciente. Ahora estudios clínicos en curso, aprobados por la ANMAT, apuntan a determinar su seguridad y eficacia.
“Habitualmente trabajo en proyectos de investigación en inmunología, en particular, caracterizando la respuesta inmunológica que se produce en un individuo luego de recibir una vacuna”, afirma Berguer, integrante del Laboratorio de Inmunología y Microbiología Molecular liderado por Fernando Goldbaum en la FIL.
A comienzos de abril, Berguer y los demás integrantes del grupo de Goldbaum fueron convocados para participar en un proyecto liderado por Inmunova, empresa de biotecnología surgida en 2009 de la FIL: la producción de anticuerpos equinos capaces de neutralizar al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 como un posible tratamiento para combatir la enfermedad en pacientes infectados.
El primer paso para desarrollar el suero equino anti COVID-19 consiste en la producción de una proteína del coronavirus llamada RBD, la “llave de entrada” que utiliza el virus para infectar a las células humanas.
Los integrantes del laboratorio de Goldbaum manejan diferentes técnicas en áreas muy diversas: química, ingeniería de proteínas, biología molecular y celular. “Las técnicas que empleamos para producir RBD tienen bastante en común con las que usamos habitualmente para producir otras proteínas”, explica Berguer. Y agrega: “Necesitábamos obtener grandes cantidades de RBD para poder inmunizar a caballos y obtener el suero hiperinmune lo antes posible para responder a la pandemia con celeridad. El resultado fue excelente, ya que el material que proporcionamos a Inmunova resultó suficiente y de alta calidad para realizar rápidamente las primeras inmunizaciones”.
En un segundo tiempo, Inmunova y sus socios procesaron y purificaron los anticuerpos policlonales equinos para alcanzar una alta pureza y un excelente perfil de seguridad en humanos y desarrollar así el medicamento que está siendo probado en 242 pacientes adultos con enfermedad moderada a severa en más de 20 hospitales y clínicas de obras sociales del área metropolitana de Buenos Aires y La Plata.
“Siento la responsabilidad de aportar como científica al control de la pandemia. Estoy muy orgullosa de la capacidad técnica de nuestro laboratorio y principalmente de la calidad humana de todos sus integrantes”, afirma Berguer quien es doctora de la UBA e investigadora del CONICET. Y concluye: “Sería muy gratificante que el suero equino demuestre ser seguro y eficaz para mejorar la atención médica de los pacientes”.
Si los resultados son positivos, el suero desarrollado por Inmunova podría fabricarse a gran escala y transformarse en el primer medicamento argentino para enfrentar la pandemia.
El desarrollo del suero equino anti-COVID-19 es fruto del trabajo encabezado por Inmunova y el Instituto Biológico Argentino (BIOL), con la colaboración de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (ANLIS), la FIL, Mabxience, CONICET, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el Instituto de Virología “Dr. José M. Vanella” de la Universidad Nacional de Córdoba y Grupo Insud. Y cuenta con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.
Antes de la pandemia Paula Berguer dedicaba todo su tiempo de investigación al desarrollo de vacunas terapéuticas contra el melanoma y otras enfermedades. Sin embargo, después reprogramó su labor para participar de la etapa inicial del desarrollo del suero equino hiperinmune contra COVID-19 que en pruebas in vitro demostró ser 50 veces más potente que el plasma convaleciente. Ahora estudios clínicos en curso, aprobados por la ANMAT, apuntan a determinar su seguridad y eficacia.
“Habitualmente trabajo en proyectos de investigación en inmunología, en particular, caracterizando la respuesta inmunológica que se produce en un individuo luego de recibir una vacuna”, afirma Berguer, integrante del Laboratorio de Inmunología y Microbiología Molecular liderado por Fernando Goldbaum en la FIL.
A comienzos de abril, Berguer y los demás integrantes del grupo de Goldbaum fueron convocados para participar en un proyecto liderado por Inmunova, empresa de biotecnología surgida en 2009 de la FIL: la producción de anticuerpos equinos capaces de neutralizar al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 como un posible tratamiento para combatir la enfermedad en pacientes infectados.
El primer paso para desarrollar el suero equino anti COVID-19 consiste en la producción de una proteína del coronavirus llamada RBD, la “llave de entrada” que utiliza el virus para infectar a las células humanas.
Los integrantes del laboratorio de Goldbaum manejan diferentes técnicas en áreas muy diversas: química, ingeniería de proteínas, biología molecular y celular. “Las técnicas que empleamos para producir RBD tienen bastante en común con las que usamos habitualmente para producir otras proteínas”, explica Berguer. Y agrega: “Necesitábamos obtener grandes cantidades de RBD para poder inmunizar a caballos y obtener el suero hiperinmune lo antes posible para responder a la pandemia con celeridad. El resultado fue excelente, ya que el material que proporcionamos a Inmunova resultó suficiente y de alta calidad para realizar rápidamente las primeras inmunizaciones”.
En un segundo tiempo, Inmunova y sus socios procesaron y purificaron los anticuerpos policlonales equinos para alcanzar una alta pureza y un excelente perfil de seguridad en humanos y desarrollar así el medicamento que está siendo probado en 242 pacientes adultos con enfermedad moderada a severa en más de 20 hospitales y clínicas de obras sociales del área metropolitana de Buenos Aires y La Plata.
“Siento la responsabilidad de aportar como científica al control de la pandemia. Estoy muy orgullosa de la capacidad técnica de nuestro laboratorio y principalmente de la calidad humana de todos sus integrantes”, afirma Berguer quien es doctora de la UBA e investigadora del CONICET. Y concluye: “Sería muy gratificante que el suero equino demuestre ser seguro y eficaz para mejorar la atención médica de los pacientes”.
Si los resultados son positivos, el suero desarrollado por Inmunova podría fabricarse a gran escala y transformarse en el primer medicamento argentino para enfrentar la pandemia.
El desarrollo del suero equino anti-COVID-19 es fruto del trabajo encabezado por Inmunova y el Instituto Biológico Argentino (BIOL), con la colaboración de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (ANLIS), la FIL, Mabxience, CONICET, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el Instituto de Virología “Dr. José M. Vanella” de la Universidad Nacional de Córdoba y Grupo Insud. Y cuenta con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.