08 Ago 2024

La experiencia de una joven estadounidense en nuestro Laboratorio de Microbiología Molecular y Celular

Briea Gasca, de 23 años, realizó una pasantía de dos meses en el marco del Programa MHRT, que dirige en California el argentino Marcelo Tolmasky. Financiada por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH), la iniciativa busca que los estudiantes se entrenen en investigación científica en una cultura diferente.

(De izq. a der.) Briea y Tolmasky, junto a Daniela Russo y Magalí Bialer, quienes guiaron a la pasante durante su estadía en el laboratorio.
La estadounidense Briea Gasca estudia Biología Molecular y Biotecnología en la Universidad Estatal de California, en Fullerton, una ciudad cercana a Los Angeles. De raíces latinas –su mamá es descendiente de españoles y su papá tiene antepasados mexicanos-, la joven de 23 años no habla castellano, pero logró completar con éxito los dos meses de pasantía en el Laboratorio de Microbiología Molecular y Celular, que dirige Angeles Zorreguieta en nuestro Instituto, al que llegó en el marco del Programa de Entrenamiento en Investigación Minority Health and Health Disparities (MHRT, por sus siglas en inglés).

Financiada por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH) y dirigida por el argentino Marcelo Tolmasky, la iniciativa se realiza desde 1998 con el objetivo de que los estudiantes no sólo se entrenen en investigación científica, sino que además viajen y experimenten una cultura diferente.

“Vine para estudiar y aprender nuevas técnicas de laboratorio, de manera de poder llevarlas conmigo a casa cuando regrese; es parte de mi formación como científica”, asegura Briea, que es la primera vez que está en Argentina y aprovechó el viaje para visitar las Cataratas del Iguazú y Uruguay. 

Interesada en el estudio de la resistencia de las bacterias a los antibióticos, durante su pasantía en nuestro Instituto Briea contó con el acompañamiento de todo el grupo del laboratorio de Zorreguieta, en especial de las investigadoras Magalí Bialer y Daniela Russo. “Colaboró en uno de nuestros proyectos, cuyo objetivo es comprender la función de una proteína de membrana de estructura muy particular (llamada MapB), que mostró ser crucial en el ensamblado (o biogéniesis) de la envoltura en bacterias del grupo Alphaproteobacteria”, explica Zorreguieta.

“Este Instituto es increíble. Me encanta. Me gusta especialmente cómo todos conversan sobre lo que están estudiando; la manera en la que trabajan de manera colaborativa y se ayudan. Amo estar en el laboratorio”, resalta. Y agrega: “Aquí todos son muy profesionales y eso me entusiasma, porque quiero ser como ellos”.
Briea (centro, atrás) con todo el grupo que dirige Angeles Zorreguieta (camisa turquesa) en nuestro Instituto.
A lo largo de los años, el programa MHRT fue cambiando de objetivos de la mano de las prioridades y requisitos que establece el NIH, que es muy riguroso a la hora de seleccionar qué proyectos financia. “A la última convocatoria –realizada en 2019– se presentaron 100 iniciativas y sólo quedaron 13; el MHRT fue una de ellas”, señala con orgullo Tolmasky. Y concluye: “El énfasis actual es en salud pública y en países en vías de desarrollo, así que este año los alumnos viajaron a Argentina y Tailandia. La Fundación Instituto Leloir es uno de los sitios elegidos para la formación de los estudiantes porque es uno de los centros de excelencia de Argentina. Si no es el más importante, seguro está en la punta”.