12 Dic 2018
La Sociedad Argentina de Biología distingue trabajos del Instituto Leloir
La Sociedad Argentina de Biología (SAB) otorgó el Premio Accésit año 2018 al doctor José Manuel Estévez, Jefe del Laboratorio Bases Moleculares del Desarrollo Vegetal en la Fundación Instituto Leloir (FIL), y a integrantes de su grupo.
Estévez, Silvina Mangano, Eliana Marzol y Cecilia Borassi fueron distinguidos por dos trabajos. En uno de ellos - publicado este año en “Frontiers in Plant Science” - describen un grupo de genes maestros que le permiten a la planta integrar información “contradictoria” sobre señales internas y externas y así desplegar respuestas apropiadas para su crecimiento.
“Si conocemos cómo las plantas responden y se adaptan al ambiente, podemos llegar a desarrollar cultivos que sigan siendo productivos por ejemplo cuando hay escasez (o también mucha disponibilidad) de agua o nutrientes en el suelo”, señala Mangano quien es la primera autora del estudio.
El laboratorio de Estévez estudia los factores que regulan el crecimiento de las células de los pelos radiculares, las estructuras de las raíces de las plantas encargadas de absorber agua y nutrientes del suelo. Su grupo ha logrado aumentar la resistencia de plantas Arabidopsis thaliana (que comparte mecanismos genéticos con cultivos de importancia alimentaria) a sequía mediante un incremento de la capacidad de los pelos radiculares para captar recursos hídricos.
Las auxinas son hormonas del crecimiento que actúan como señal interna para estimular el crecimiento del pelo radicular. Pero también, dependiendo de la concentración de ciertos nutrientes del suelo, como los fosfatos, las células de las raíces pueden “tomar la decisión” de crecer o de detener su crecimiento.
En el estudio premiado, los investigadores identificaron los genes maestros que permiten “resolver” este conflicto. En particular, cuando la concentración de auxinas y de fosfatos es alta, el factor de transcripción RSL2 dirime ese escenario a priori contradictorio: “Ese gen maestro activa otros genes que inducen el crecimiento del pelo radicular, superando la represión que implica la presencia de fosfato en el suelo”, indica Mangano, también investigadora del CONICET.
El segundo trabajo - incluido en el premio y publicado en “Proceedings of the National Academy of Sciences”- describe rutas moleculares que aumentan la capacidad de los pelos radiculares para lograr una mejor captación de nutrientes y agua y, en definitiva, una mayor productividad.
“Dilucidar cómo las plantas adaptan su batería genética y proteica frente a estímulos internos y externos allana el camino para el desarrollo de cultivos más resistentes a las sequías, a los suelos pobres y otras condiciones adversas”, destacó Estévez quien también es investigador del CONICET.
El trabajo de la FIL fue seleccionado por un Jurado de Notables constituido por especialistas en la materia y de trayectoria nacional e internacional integrado por los doctores Alejandro De Nicola, Enrique Luque, Carlos Ballaré, Gustavo Somoza y Victoria Lux-Lantos.
Los investigadores recibieron el premio en la Ceremonia de Cierre de las XX Jornadas Anuales de la SAB y fueron felicitados por su presidenta, la doctora Victoria Lux-Lantos, su Secretaria Presidente, doctora Clara I. Marín Briggiler y otras autoridades.
Estévez, Silvina Mangano, Eliana Marzol y Cecilia Borassi fueron distinguidos por dos trabajos. En uno de ellos - publicado este año en “Frontiers in Plant Science” - describen un grupo de genes maestros que le permiten a la planta integrar información “contradictoria” sobre señales internas y externas y así desplegar respuestas apropiadas para su crecimiento.
“Si conocemos cómo las plantas responden y se adaptan al ambiente, podemos llegar a desarrollar cultivos que sigan siendo productivos por ejemplo cuando hay escasez (o también mucha disponibilidad) de agua o nutrientes en el suelo”, señala Mangano quien es la primera autora del estudio.
El laboratorio de Estévez estudia los factores que regulan el crecimiento de las células de los pelos radiculares, las estructuras de las raíces de las plantas encargadas de absorber agua y nutrientes del suelo. Su grupo ha logrado aumentar la resistencia de plantas Arabidopsis thaliana (que comparte mecanismos genéticos con cultivos de importancia alimentaria) a sequía mediante un incremento de la capacidad de los pelos radiculares para captar recursos hídricos.
Las auxinas son hormonas del crecimiento que actúan como señal interna para estimular el crecimiento del pelo radicular. Pero también, dependiendo de la concentración de ciertos nutrientes del suelo, como los fosfatos, las células de las raíces pueden “tomar la decisión” de crecer o de detener su crecimiento.
En el estudio premiado, los investigadores identificaron los genes maestros que permiten “resolver” este conflicto. En particular, cuando la concentración de auxinas y de fosfatos es alta, el factor de transcripción RSL2 dirime ese escenario a priori contradictorio: “Ese gen maestro activa otros genes que inducen el crecimiento del pelo radicular, superando la represión que implica la presencia de fosfato en el suelo”, indica Mangano, también investigadora del CONICET.
El segundo trabajo - incluido en el premio y publicado en “Proceedings of the National Academy of Sciences”- describe rutas moleculares que aumentan la capacidad de los pelos radiculares para lograr una mejor captación de nutrientes y agua y, en definitiva, una mayor productividad.
“Dilucidar cómo las plantas adaptan su batería genética y proteica frente a estímulos internos y externos allana el camino para el desarrollo de cultivos más resistentes a las sequías, a los suelos pobres y otras condiciones adversas”, destacó Estévez quien también es investigador del CONICET.
El trabajo de la FIL fue seleccionado por un Jurado de Notables constituido por especialistas en la materia y de trayectoria nacional e internacional integrado por los doctores Alejandro De Nicola, Enrique Luque, Carlos Ballaré, Gustavo Somoza y Victoria Lux-Lantos.
Los investigadores recibieron el premio en la Ceremonia de Cierre de las XX Jornadas Anuales de la SAB y fueron felicitados por su presidenta, la doctora Victoria Lux-Lantos, su Secretaria Presidente, doctora Clara I. Marín Briggiler y otras autoridades.