María Fernanda Ceriani, ganadora de la quinta edición del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO
La doctora María Fernanda Ceriani, investigadora del Conicet y jefa del Laboratorio de Genética del Comportamiento de la Fundación Instituto Leloir (FIL) fue elegida ganadora de la quinta edición del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por la Mujer en la Ciencia por su proyecto “Mecanismos neuronales de control del comportamiento circadiano”.
La doctora Ceriani obtuvo el mencionado reconocimiento que cuenta con el respaldo del Conicet,por su trayectoria y sus proyectos en curso centrados en el estudio de los relojes biológicos que regulan el comportamiento. El premio fue otorgado el 6 de diciembre en el Salón Azul del Senado de la Nación.
Los Premios y Becas L’Oréal-UNESCO “Por la Mujer en la Ciencia”, fueron creados en 1998, como los primeros galardones internacionales dedicados a mujeres científicas de todo el mundo, con el objetivo de promover el reconocimiento del papel de las mujeres en la ciencia y aumentar el número de vocaciones científicas, premiando para ello el trabajo de científicas eminentes y fomentando la vocación científica entre las jóvenes.
La línea de investigación de la doctora Ceriani apunta a la comprensión del reloj interno que permite a todos los organismos anticipar cambios ambientales como la sucesión de días y noches, o las estaciones del año, y adaptar así su comportamiento a estos ciclos de la forma más conveniente. Los engranajes de ese reloj biológico lo conforman un conjunto de genes capaces de medir el paso del tiempo, y son los responsables de regular una amplia gama de procesos metabólicos, fisiológicos y comportamentales para que ocurran en los momentos más adecuados del día.
Respecto del Premio Nacional L’Oréal-Unesco la doctora Ceriani señaló: “Este premio sólo se puede conseguir por contar con gente muy valiosa en el laboratorio. Asimismo me siento muy afortunada de trabajar en la FIL donde es posible tener acceso a una tecnología y a equipos que permiten investigar en forma adecuada. También cabe destacar el hecho de que la ciencia ha cobrado un fuerte impulso en los últimos años como resultado de las políticas científicas que se han implementado en el país.”
La doctora también resaltó que para continuar haciendo ciencia de primer nivel es necesario contar con equipamiento de punta por lo cual la FIL ha lanzado una campaña de recaudación de fondos para la obtención de dichos equipos.
En el marco de la entrega de los premios “Por la Mujer en la Ciencia”, la doctora Marta Rovira, presidenta del Conicet señaló que “programas como el de L’Oréal-UNESCO son fundamentales para contribuir a la promoción y el incentivo de la presencia femenina en la investigación científica. Las investigadoras distinguidas son un orgullo para nuestra sociedad y son modelos a seguir por las nuevas generaciones”, señaló.
Por su parte Silvia Tripoloni, directora de Relaciones Públicas y Comunicación de L’Oréal Argentina destacó “la labor de aquellas mujeres que por su esfuerzo y dedicación contribuyen al progreso de la sociedad. Nuestro lema es claro: el mundo necesita de la ciencia y la ciencia de las mujeres.”
En la entrega de premios también estuvo presente la doctora Ruth Ladenheim, secretaria de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, el doctor Alejandro Ceccatto, secretario de Articulación Científico Tecnológica de esa cartera, y Germán Herrera, director general de L' Oréal Argentina, entre otras autoridades.
En esta 5° edición del Premio Nacional L’Oréal-Unesco se presentaron casi 80 proyectos que fueron evaluados por un comité de reconocidos especialistas. El Jurado de Notables estuvo integrado por las doctoras Marta Rovira, Mirtha Flawia, Ana Belén Elgoyhen, Beatriz Silvia Méndez y el doctor Juan José Cazzulo.
Hallazgo clave
Un estudio –publicado durante el mes de noviembre pasado en la prestigiosa revista científica Current Biology– liderado por la doctora María Fernanda Ceriani, y realizado por su grupo en la FIL, describe un descubrimiento clave relacionado con el reloj biológico. “Se creía que, a diferencia de lo que sucede en mamíferos, en la mosca Drosophila la actividad eléctrica generada en la membrana de ciertas neuronas del cerebro resultaba determinante para el correcto funcionamiento del reloj biológico. Nuestro trabajo refutó esa teoría y demostró que el verdadero motor del reloj en la mosca, al igual que en los mamíferos, se encuentra en el núcleo de esas neuronas”, señala la doctora Ceriani.
Para llegar a esos resultados, Ceriani y su equipo desarrollaron una técnica sofisticada que permite apagar eléctricamente las neuronas reloj pero sólo de forma transitoria en el cerebro adulto de Drosophila. El resultado fue tan sorpresivo como irrefutable: mientras el reloj perdió su capacidad de comunicar el tiempo al resto del cerebro (se quedó sin agujas), los engranajes del reloj, constituidos por genes que se expresan con periodicidad diaria, continuaron funcionando sin ningún problema.
Los resultados tienen relevancia más allá del campo de los ritmos biológicos dado que los científicos de la FIL demostraron que alterar circuitos neurales mediante manipulaciones genéticas en estadíos tempranos del desarrollo –tal como se hizo en los trabajos anteriores– puede dar lugar a resultados que no reflejan la función real de dichos circuitos. Ese descubrimiento fue el producto del esfuerzo de varios integrantes del laboratorio de Genética del Comportamiento. Entre ellos Jimena Berni (actualmente haciendo un postdoctorado en la Universidad de Cambridge), Ezequiel Aranovich (en otro laboratorio en FIL), Ana Depetris-Chauvin, Nara Muraro y Esteban Beckwith.