09 Jul 2024

Pablo Wappner, jefe de uno de nuestros laboratorios, fue incorporado a la prestigiosa Organización Europea de Biología Molecular (EMBO)

Por sus contribuciones en el campo de las ciencias de la vida, el biólogo e Investigador Superior del CONICET fue designado nuevo miembro del organismo que integran unos 2100 destacados científicos de diversas partes del mundo, 92 de ellos premios Nobel. De los ahora siete argentinos que ya recibieron este reconocimiento, tres pertenecen a nuestro Instituto.

Desde hace 25 años Wappner y su grupo buscan comprender fenómenos de biología celular y del desarrollo.
Integrada por unos 2100 destacados científicos de todo el mundo, incluyendo 92 que luego de ser electos fueron ganadores del Premio Nobel, la prestigiosa Organización Europea de Biología Molecular (EMBO, por sus siglas en inglés) decidió incorporar a su nómina a Pablo Wappner, Investigador Superior del CONICET y jefe nuestro Laboratorio de Genética y Fisiología Molecular. Así, de los ahora siete científicos argentinos que ya recibieron esta distinción, tres trabajan en nuestro Instituto.

“Se trata de un reconocimiento importante por parte de la comunidad científica internacional a nuestra labor y trayectoria, algo que me llena de orgullo”, señaló Wappner, cuya línea de investigación se centra en comprender fenómenos básicos de la biología celular (hipoxia, autofagia y exocitosis), que tienen relación con diversas patologías humanas.

“Los nuevos miembros de la EMBO han hecho inmensas contribuciones a la investigación fundamental en biociencias y, en muchos casos, su trabajo ha allanado el camino para innovaciones que han mejorado las vidas y el sustento de personas en todo el mundo”, resaltó en el comunicado oficial Fiona Watt, directora de la organización que este año cumple 60 años de existencia. Y añadió: “Celebramos el papel fundamental desempeñado por los miembros de la EMBO en el fortalecimiento de la investigación internacional en ciencias de la vida y la contribución a los programas y actividades de la EMBO. Envío mis más sinceras felicitaciones a todos los elegidos”.

Según el anuncio, los seleccionados fueron reconocidos “por logros que cubren el espectro de la investigación en biociencias, desde el avance en la comprensión de cómo se propagan las enfermedades infecciosas y las complejidades de los ciclos de nutrientes de los océanos, hasta los misterios de las redes de señalización celular, los secretos de cómo sobreviven las plantas en ambientes desérticos y los vínculos entre la biología de nuestro cerebro y nuestras emociones”. 

Licenciado en Ciencias Biológicas y doctor en Ciencias Químicas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Bueno Aires (UBA), Wappner inició su carrera científica en la FIL en 1984, como estudiante de pregrado y posgrado en el grupo del Dr. Luis Quesada-Allué. Luego vivió tres años en Israel, adonde viajó para realizar su posdoctorado en el Laboratorio del Dr. Benny Shilo del Instituto Weizmann.

En 1998 decidió volver al país y al poco tiempo fue incorporado como Investigador Asistente del CONICET en nuestro Instituto. A lo largo de los años fue creciendo profesionalmente hasta alcanzar el grado de Investigador Superior, la máxima categoría del organismo. “Durante toda mi carrera me dediqué a la biología celular y del desarrollo, para lo cual recibí fuerte apoyo financiero del Wellcome Trust de Inglaterra y, más tarde, del Instituto Médico Howard Hughes de Estados Unidos. Con estos subsidios, sumados a los apoyos constantes e imprescindibles de la Agencia de Promoción Científica y becas del CONICET, pude equipar mi laboratorio y realizar aportes científicos que fueron reconocidos a nivel nacional e internacional”.
En la actualidad, el laboratorio de Wappner en la FIL está integrado por ocho personas.
Durante unos 15 años, Wappner mantuvo una colaboración estrecha con el laboratorio de Peter Ratcliffe, del Instituto Francis Crick de Inglaterra, quien en 2019 recibió el Premio Nobel de Medicina. “Fui testigo en primera fila de su crecimiento y de sus principales hallazgos”, asegura con orgullo. 

Desde que regresó al país, Wappner se interesó por promover de manera activa la biología del desarrollo en América Latina. Así, junto a colegas de Chile fundó en 2001 la Sociedad Latinoamericana de Biología del Desarrollo (LASDB), la que presidió entre 2015 y 2019. “La LASDB contribuyó al crecimiento de decenas de estudiantes e investigadores argentinos y de otros países del continente. Para eso, contó con el apoyo y el compromiso de figuras de enorme relieve e influencia internacional como Eddy de Robertis, Marianne Bronner, Alejandro Sánchez Alvarado y Ruth Lehmann, desde Estados Unidos; y Roberto Mayor y Claudio Stern, del Reino Unido; entre otros. Estos científicos fueron importantes en el progreso de mi carrera y en la de muchos otros científicos del país y la región”, enfatiza.

Tema de trabajo

En el laboratorio que dirige Wappner utilizan a la mosca de la fruta Drosophila melanogaster como modelo de estudio para comprender fenómenos de la biología del desarrollo y de la biología celular básica que ocurren en todos los animales, incluyendo a los seres humanos. Específicamente, en la actualidad están enfocados en el proceso de autofagia, por el que la célula digiere sus propios componentes para reutilizarlos, el de exocitosis, a través del cual las células liberan al exterior hormonas, anticuerpos, factores de crecimiento y otras sustancias, y el proceso de hipoxia, relacionado con la falta de oxígeno. “Todos ellos se relacionan con diversas patologías humanas que incluyen el cáncer, infartos de miocardio, diabetes y accidentes cerebrovasculares, entre otras”, explica Wappner. Y aclara: “Si bien no procuramos una cura directa, lo que hacemos es estudiar los procesos celulares básicos que están involucrados y que podrían, potencialmente, contribuir al desarrollo de terapias en el día de mañana”. 
Wappner junto a la bióloga Mariana Melani, con quien trabaja codo a codo desde hace 15 años.
En la actualidad, su laboratorio está integrado por ocho personas. En los últimos 25 años dirigió 14 tesis doctorales finalizadas y ahora otras tres, que están en curso. “Muchos de los ex integrantes de nuestro grupo desarrollaron carreras brillantes y hoy dirigen sus propios laboratorios tanto en Argentina como en Alemania, España, Francia y Portugal”, destacó el científico que se suma hoy a la EMBO.

Los seis argentinos que fueron designados miembros de esa organización europea en años anteriores son: los doctores en Ciencias Biológicas Fernando Pitossi y  Fernanda Ceriani, investigadores del CONICET en la Fundación Instituto Leloir; Alberto Kornblihtt, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigador superior contratado del CONICET; Alfredo Cáceres, ex director del Instituto de Investigación Médica Mercedes y Martín Ferreyra (INIMEC) de Córdoba; Gabriel Rabinovich, director del Laboratorio de Glicomedicina del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IByME); y Diego de Mendoza, fundador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR).

Una vida ligada a la UBA

“Debo mi formación a nuestro sistema público de educación, del cual participo muy activamente. He sido docente de la Universidad de Buenos Aires desde mi época de estudiante y en estos años fui ocupando diversos cargos”, sostuvo Wappner, quien pasó por todas las categorías, desde Ayudante de Segunda hasta Profesor. Hoy es Profesor Titular en el Departamento de Fisiología y Biología Molecular y Celular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Allí dicta junto a otros colegas la materia “Organización y Función Celular”. Además, integra el Consejo Directivo de esa Facultad como consejero del Claustro de Profesores.

Casado con la doctora en Química Graciela Boccaccio, también científica del CONICET y jefa de un Laboratorio en la FIL, es padre de dos hijos: Marcos y Daniel. El primero es físico, a punto de doctorarse; el más chico se está por graduar en Ciencias de la Computación. “Los dos se inclinaron por la ciencia y estudiaron en el mismo lugar que nosotros. Y ahora los cuatro somos docentes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA”, se enorgulleció Wappner.

Para celebrar su aniversario número 60, este año la EMBO realizará su reunión anual del 29 de octubre al 1 de noviembre en Heidelberg, Alemania, donde se anunciarán los 120 nuevos miembros. El nombre de Pablo Wappner figura en la selecta lista de invitados.