En un acto realizado en el Salón Leopoldo Marechal del Palacio Sarmiento, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) otorgó a Daiana Capdevila, jefa de nuestro Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas, el Premio Estímulo en la sección de Ciencias Biológicas.

El reconocimiento de la prestigiosa institución busca alentar el trabajo de investigadores de hasta 40 años, que desarrollan su labor en el país. Para la selección de los ganadores se toman en cuenta “la calidad y originalidad de las publicaciones realizadas, las eventuales contribuciones tecnológicas, el liderazgo en una línea de investigación y la dirección de proyectos y becas”.

Daiana Capdevila tiene 37 años, es doctora en Química, Investigadora Adjunta del CONICET y desde 2019 dirige el Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas de nuestro Instituto, puesto al que accedió luego de ganar un concurso abierto y gracias al cual regresó al país luego de cuatro años viviendo en Estados Unidos, donde realizó su posdoctorado en la Universidad de Indiana en Bloomington. Allí obtuvo una de las becas del Programa de Becarios Latinoamericanos de Pew en el área de las Ciencias Biomédicas, que le permitió contar con fondos para iniciar su carrera independiente.

La científica no pudo estar presente en la ceremonia de premiación porque se encontraba en Austria, colaborando con grupos que son referentes internacionales en dinámica de proteínas. Pero siguió la entrega por videollamada y fue su mamá quien subió a recibir el reconocimiento.

“Tener una comunidad que nos contenga y nos reconozca siempre fue importante, pero en los momentos donde parece que nuestra tarea se vuelve imposible, son instituciones como ésta, que ha atravesado muchos períodos de nuestra historia en las que también ha sido muy difícil, las que nos dan la red de contención que necesitamos para seguir y para hacer una ciencia argentina”, leyó la madre de la investigadora, quien envío por escrito sus palabras de agradecimiento. Y resaltó: “Hacer ciencia en la Argentina nos enorgullece a todas y todos ¡Muchas gracias por sostener y por incentivar a los científicos jóvenes a seguir haciendo ciencia de calidad!”.

En la actualidad, Capdevila está al frente de un grupo de siete personas, con quienes busca dilucidar, entre otras cuestiones, los mecanismos de acción y evolución molecular de proteínas que garantizan la homeostasis celular bacteriana para contribuir así al diseño de nuevos antibióticos y al desarrollo de biosensores que puedan monitorear la contaminación del agua. En 2023 lideró el trabajo que permitió descubrir cómo la bacteria que provoca el cólera se las ingenia para burlar las defensas del intestino y causar la infección que puede llevar a la muerte.

Por sus logros, el año pasado la científica resultó ganadora del Premio Fima Leloir “a la Excelencia de Jóvenes Investigadores”, galardón que se sumó a  diversos reconocimientos nacionales e internacionales que ya había recibido, como el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” en la categoría Beca; la Distinción Franco-Argentina en Innovación 2021; y una mención especial en la edición anterior del Premio Fima Leloir.

Ahora añade el reconocimiento de la ANCEFN. “Haber llegado hasta acá, y lo que hacemos día a día en el laboratorio, es el resultado del trabajo de montón de excelentes profesionales y trabajadores, científicos y no científicos que, todos los días, ponen muchísima pasión y compromiso”, agradeció Capdevila en su discurso, en el que además enfatizó: “Es importante hoy remarcar que lo que hacemos sólo es posible con universidades públicas con financiación y sueldos dignos, y con un CONICET que pueda garantizar becas e ingresos en convocatorias periódicas y transparentes, y con subsidios que puedan garantizar los recursos necesarios para hacer investigación”.

Por último, Capdevila señaló: “Algo que buscamos en el laboratorio es que lo que hacemos tenga puntos de contacto con las necesidades de nuestra sociedad y logre un impacto en la comunidad. Esto es posible gracias a una red de instituciones públicas, privadas, otros laboratorios en nuestro país y otros países de las que estoy profundamente agradecida. En particular, quiero agradecer al Instituto Leloir que me recibió cuando volví al país en 2019 y que me ha brindado la estructura, el respaldo y el apoyo para hacer nuestro trabajo. ¡Gracias a todos mis compañeros de trabajo dentro y fuera del laboratorio”.