25 Sep 2017
Se entregó el Premio Fima Leloir 2017
En el marco de la celebración del 70° Aniversario de la Fundación Instituto Leloir (FIL), el doctor Emilio Kropff fue distinguido con el galardón y los doctores María Romina Girotti y Andrés Dekanty recibieron menciones especiales. El premio es una iniciativa de Josefina Hortensia Leloir, sobrina y ahijada del doctor Luis Federico Leloir, Nobel de Química 1970.
Un joven científico acaba de recibir el Premio Fima Leloir 2017, y otros dos jóvenes fueron también reconocidos con menciones especiales, por sus logros en el campo de la investigación básica en Ciencias Biomédicas, Biología o Fisiología. La distinción es una iniciativa de la Señora Josefina Hortensia Leloir, sobrina y ahijada del premio Nobel de Química de 1970, doctor Luis Federico Leloir, y está destinada a quienes formen o hayan formado parte de los laboratorios de la FIL.
La señora Leloir entregó el principal galardón al doctor Emilio Kropff, integrante del Laboratorio de Plasticidad Neuronal que lidera el doctor Alejandro Schinder, en la FIL, por sus importantes hallazgos en el área de la neurobiología. En tanto, las menciones especiales las recibieron la doctora Romina Girotti, por la calidad de su producción científica y el alto impacto de sus contribuciones en el campo de la inmuno-oncología; y el doctor Andrés Dekanty, por su capacidad de liderazgo al establecer un nuevo grupo dedicado a la genética y fisiología de insectos.
Para todo el jurado del primer concurso del premio Fima Leloir fue a la vez un privilegio y una enorme responsabilidad seleccionar a un ganador entre 17 excelentes candidatos, que no sólo han sido protagonistas de logros científicos de relevancia internacional, sino que además muestran perspectivas científicas brillantes con proyectos propios de interés local y global”, afirmó el doctor Fernando Soncini, investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (CONICET-UNR) y presidente del jurado también integrado por los doctores Raquel Chan, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (CONICET-UNL), Marisa Colombo, del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (CONICET-UNCuyo), Gustavo Murer, del Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (CONICET-UBA), y José María Delfino, del Instituto de Química y Físico-Química Biológicas “Prof. Alejandro C. Paladini (CONICET-UBA).
Además de alimentar la autoestima de los científicos y visibilizar su trabajo, este tipo de iniciativas ayuda a promocionar a la ciencia como un motor imprescindible para el desarrollo de la sociedad”, afirmó Kropff. Antes de establecerse en la FIL, el premiado realizó su posdoctorado con dos premios Nobel de Medicina de 2014, los doctores May-Britt y Edvard Moser, quienes han liderado importantes descubrimientos sobre el circuito de neuronas que funcionan como “GPS interno” en el cerebro.
Esta mención especial significa un gran honor para mí, dado que la FIL fue mi casa por siete años”, señaló Girotti. “Aquí me formé en investigación en cáncer gracias a grandes mentores, aprendí a trabajar en equipo, hice grandes amigos y conocí una comunidad científica de excelencia con la que sigo en contacto”, agregó.
Girotti hizo su doctorado en la FIL en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular del doctor Osvaldo Podhajcer, lo cual, según dijo, le dio las herramientas necesarias para realizar dos postdoctorados en Inglaterra. Ahora, está empeñada en dilucidar los mecanismos de escape inmunológico en melanoma y de resistencia a los tratamientos existentes, “con el objetivo de desarrollar nuevas terapias para esta enfermedad”.
Por su parte, Dekanty, quien realizó su doctorado en el laboratorio de Genética y Fisiología Molecular de la FIL, liderado por el doctor Pablo Wappner, indicó que la FIL “es uno de los mejores lugares para hacer ciencia en Argentina: es un instituto de mucho prestigio y un excelente nivel académico”. Y agregó: “Recibir esta mención es, de alguna manera, un reconocimiento al esfuerzo y a la dedicación de todos estos años y un impulso para seguir adelante”.
Dekanty ha desarrollado un modelo de cáncer basado en células de la mosca, y, entre otros proyectos, está abocado al estudio de un gen llamado p53, que está alterado en más del 50% de los tumores en humanos.
Nuestros jóvenes investigadores siempre han sido y son fundamentales en la generación de conocimiento científico-tecnológico, y debemos darles todas las herramientas para poder hacerlo”, destacó la directora de la FIL, la doctora Angeles Zorreguieta. Y destacó la generosa iniciativa de Josefina Leloir para honrar a quien fuera director del Instituto durante cuatro décadas y, de alguna manera, continuar con su pensamiento de promover la investigación.
Un joven científico acaba de recibir el Premio Fima Leloir 2017, y otros dos jóvenes fueron también reconocidos con menciones especiales, por sus logros en el campo de la investigación básica en Ciencias Biomédicas, Biología o Fisiología. La distinción es una iniciativa de la Señora Josefina Hortensia Leloir, sobrina y ahijada del premio Nobel de Química de 1970, doctor Luis Federico Leloir, y está destinada a quienes formen o hayan formado parte de los laboratorios de la FIL.
La señora Leloir entregó el principal galardón al doctor Emilio Kropff, integrante del Laboratorio de Plasticidad Neuronal que lidera el doctor Alejandro Schinder, en la FIL, por sus importantes hallazgos en el área de la neurobiología. En tanto, las menciones especiales las recibieron la doctora Romina Girotti, por la calidad de su producción científica y el alto impacto de sus contribuciones en el campo de la inmuno-oncología; y el doctor Andrés Dekanty, por su capacidad de liderazgo al establecer un nuevo grupo dedicado a la genética y fisiología de insectos.
Para todo el jurado del primer concurso del premio Fima Leloir fue a la vez un privilegio y una enorme responsabilidad seleccionar a un ganador entre 17 excelentes candidatos, que no sólo han sido protagonistas de logros científicos de relevancia internacional, sino que además muestran perspectivas científicas brillantes con proyectos propios de interés local y global”, afirmó el doctor Fernando Soncini, investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (CONICET-UNR) y presidente del jurado también integrado por los doctores Raquel Chan, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (CONICET-UNL), Marisa Colombo, del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (CONICET-UNCuyo), Gustavo Murer, del Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (CONICET-UBA), y José María Delfino, del Instituto de Química y Físico-Química Biológicas “Prof. Alejandro C. Paladini (CONICET-UBA).
Además de alimentar la autoestima de los científicos y visibilizar su trabajo, este tipo de iniciativas ayuda a promocionar a la ciencia como un motor imprescindible para el desarrollo de la sociedad”, afirmó Kropff. Antes de establecerse en la FIL, el premiado realizó su posdoctorado con dos premios Nobel de Medicina de 2014, los doctores May-Britt y Edvard Moser, quienes han liderado importantes descubrimientos sobre el circuito de neuronas que funcionan como “GPS interno” en el cerebro.
Esta mención especial significa un gran honor para mí, dado que la FIL fue mi casa por siete años”, señaló Girotti. “Aquí me formé en investigación en cáncer gracias a grandes mentores, aprendí a trabajar en equipo, hice grandes amigos y conocí una comunidad científica de excelencia con la que sigo en contacto”, agregó.
Girotti hizo su doctorado en la FIL en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular del doctor Osvaldo Podhajcer, lo cual, según dijo, le dio las herramientas necesarias para realizar dos postdoctorados en Inglaterra. Ahora, está empeñada en dilucidar los mecanismos de escape inmunológico en melanoma y de resistencia a los tratamientos existentes, “con el objetivo de desarrollar nuevas terapias para esta enfermedad”.
Por su parte, Dekanty, quien realizó su doctorado en el laboratorio de Genética y Fisiología Molecular de la FIL, liderado por el doctor Pablo Wappner, indicó que la FIL “es uno de los mejores lugares para hacer ciencia en Argentina: es un instituto de mucho prestigio y un excelente nivel académico”. Y agregó: “Recibir esta mención es, de alguna manera, un reconocimiento al esfuerzo y a la dedicación de todos estos años y un impulso para seguir adelante”.
Dekanty ha desarrollado un modelo de cáncer basado en células de la mosca, y, entre otros proyectos, está abocado al estudio de un gen llamado p53, que está alterado en más del 50% de los tumores en humanos.
Nuestros jóvenes investigadores siempre han sido y son fundamentales en la generación de conocimiento científico-tecnológico, y debemos darles todas las herramientas para poder hacerlo”, destacó la directora de la FIL, la doctora Angeles Zorreguieta. Y destacó la generosa iniciativa de Josefina Leloir para honrar a quien fuera director del Instituto durante cuatro décadas y, de alguna manera, continuar con su pensamiento de promover la investigación.